GRADO 10º
La complejidad estructural de la prosa becqueriana: de la leyenda “El Miserere”
Introducción
Si bien la figura de
Gustavo Adolfo Bécquer trasciende en nuestra literatura como un destacado
exponente del Romanticismo español, pues prolonga aspectos propios de esta
tendencia como la idealización de la experiencia amorosa, el rescate de los
espacios medievales, la melancolía como estado permanente del sujeto, la
subjetividad en el tratamiento de los temas y el sentimiento y la
irracionalidad como fundamento de la creación artística, éste se anticipa a
procedimientos literarios posteriores que dan vida a las formas de expresión
contemporáneas y que escapan a los modos propios de la estética romántica,
principalmente, en lo que respecta a la prolijidad de la forma. Este hecho se
manifiesta en su prosa mediante la complejidad estructural presente en algunos
relatos, dentro de los cuales la leyenda “El Miserere” se configura como el caso más significativo.
El hecho de efectuar
un análisis narratológico de esta leyenda desde una perspectiva
estructuralista, no sólo se fundamenta en demostrar la tesis de que Bécquer es
un poeta posromántico que realiza su producción literaria en un período de tradición
entre los procedimientos literarios modernos y contemporáneos, sino, además, en
que la complejidad estructural de la leyenda da cuenta de los dos temas
fundamentales de la poética becqueriana: el arte y la religión, pues éstos no
sólo aparecen en la dimensión de la historia, sino que se insertan en todos los
niveles narrativos que se observan en la dimensión del discurso, siendo ésta la
particularidad que valida el presente análisis.
Narraciones que conforman “El Miserere”
Para iniciar el estudio de los
aspectos mencionados, es preciso dar una pequeña reseña del argumento del
relato en cuestión. “El Miserere” es
una leyenda que trata de la búsqueda de un peregrino por encontrar una pieza
musical sublime, a través de la cual pueda redimirse ante Dios de un crimen
cometido en su juventud. Es así como, después de recorrer varios países de
Europa, llega una noche de jueves santo a una abadía donde le cuentan la
leyenda del “Miserere de la Montaña ”, una suerte de prodigio que ocurre
cada año en esa misma fecha, en el cual las almas en pena de unos monjes
asesinados despiertan para entonar un Miserere
pidiendo misericordia a Dios por sus pecados. El peregrino, que además es
músico, en consecuencia con su búsqueda, se adentra en las ruinas del
monasterio señalado por los personajes de la abadía y logra presenciar el
portento. Sin embargo, al tratar de transcribir esta música divina a un
lenguaje racional, se ve impedido de lograr su objetivo, hecho que le acarrea
la locura y posteriormente la muerte. Toda esta historia es contada por un
narrador que años más tarde, revisando libros en la biblioteca de la abadía
mencionada, encuentra los cuadernos de música del peregrino en los cuales figura
el Miserere a medio terminar, por lo
cual un anciano del lugar le relata la historia del peregrino.
Lo primero a
considerar en la estructura de la leyenda, es que ésta se constituye por varias
historias que en su conjunto conforman una unidad temática que gira en torno a
la pieza musical llamada Miserere y a
su significado religioso.
La primera de estas
historias es la del narrador en el momento de encontrar la partitura con el Miserere inconcluso en la biblioteca de
la abadía de Fitero. La importancia de este breve relato es que contextualiza
la narración y los acontecimientos en un espacio religioso y, posteriormente,
permite al lector ingresar a las otras historias que conforman la leyenda. Es necesario destacar que, si bien este
momento podría ser considerado sólo como una introducción a la narración
central, es decir, a la historia del músico y su búsqueda del Miserere, también puede ser considerado
como una historia con cierta autonomía, pues contiene personajes propios (el
anciano que le cuenta la leyenda al narrador, y el mismo narrador como
ejecutante de las acciones que relata) y datos específicos que configuran su
propia dimensión narrativa, por ejemplo, la afición del narrador por la música
en su condición de lego y su manía por repasar partituras sin llegar a
comprender su significado.
La segunda historia,
que podría considerarse como central, es la del músico y su búsqueda del Miserere, que se inicia con su llegada a
la abadía una noche de jueves santo y termina con su muerte, luego de no haber
podido terminar de escribir el llamado “Miserere
de la Montaña ” que prodigiosamente escuchó en las
ruinas del monasterio. Esta historia es la principal, pues sirve como punto de
referencia para las otras y de eje temático para el conjunto de la leyenda.
La tercera historia es
la narración que el músico hace de su juventud y del crimen que motivó su
búsqueda del Miserere. Aquí el
peregrino detalla a los otros personajes que lo acompañan en la abadía el
momento en que encuentra casualmente el salmo de David y cómo éste influyó en
su búsqueda de redención, además de la peregrinación que ha llevado por varios
países de Europa en busca de un Miserere
a través del cual pueda redimirse. Esta historia constituye un antecedente que
permite explicar la motivación y la conciencia religiosa que manifiesta el
protagonista, donde el concepto de pecado funciona como su leit motiv, lo que también se extiende a toda la leyenda.
Por último, la cuarta
historia es la leyenda del “Miserere de la Montaña ”, narrada al músico recién llegado
por uno de los rabadanes presentes en la abadía. Esta historia relata la
tragedia de unos monjes que son asesinados por un malvado caballero cuyo padre
desheredó a causa de su maldad, construyendo posteriormente el monasterio con
estos bienes, y cómo prodigiosamente cada noche de jueves santo las almas de
los religiosos despiertan a entonar el Miserere
para pedir misericordia a Dios por haber muerto en pecado.
En síntesis, estas
cuatro historias permiten articular las dos historias básicas que constituyen
la leyenda: la historia del narrador y la del músico. Las que he llamado
tercera y cuarta historia son narraciones que conforman la historia del músico.
En términos del análisis narratológico del discurso, en su modalidad Tempo, categoría “orden”, se observa que
la leyenda está constituida por dos historias que se relacionan entre sí por
intercalación, ya que el narrador cuenta la leyenda del músico que le ha sido
relatada, y sólo al final de ésta vuelve a su propia historia. En cuanto a la estructura de la historia del
músico, puede decirse que ésta contiene, también mediante intercalación, la
leyenda de los monjes cantores. La historia del pasado del músico (la tercera
historia) es, en realidad, una anacronía, en la modalidad de analepsis, o lo
que Gerard Genette (1969) llama “analepsis explicativa”, en tanto amplía el
conocimiento que el lector tiene del personaje protagonista, por lo tanto, en
adelante no será considerada como una historia en sí misma.
Luego de haber señalado
las distintas historias que contiene la leyenda, y la función que cada una
cumple dentro de su conjunto, es necesario analizar las relaciones que tienen
entre sí, para configurar una estructura discursiva general en el relato de
Bécquer, que permita esclarecer la unidad temática que cruza la obra.
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